El Gran Olvidado
Cuando nos referimos a las organizaciones, pocos son los casos en que visualizamos al Sector Marítimo, cuando en realidad supone un tejido de empresas muy extenso y heterogéneo.
Desde el punto de vista psicosocial ha sido y es todavía «el gran olvidado».
En el sector marítimo, y más concretamente en los servicios de transporte, el factor psicosocial está únicamente desarrollado en su vertiente de seguridad e higiene.
No se tienen en consideración aún hoy los riesgos psicosociales en materia de gestión emocional, gestión de la crisis en el puente de navegación y gestión de los conflictos entre los integrantes de una tripulación.
Es pues un sector muy desatendido contra una realidad que llama a gritos proporcionar herramientas y soluciones que aporten autonomía funcional, intelectual y emocional.
Gestión de la incertidumbre en alta mar
Cuestiones como el miedo y la incertidumbre, los largos periodos fuera de casa, el índice motivacional de acuerdo a tareas muy tipificadas que no permiten la creatividad, la percepción del liderazgo que se apoya en los roles funcionales, relajando o abandonando el liderazgo interno, son una realidad que no se atiende adecuadamente. Y todo eso por no hablar de la comunicación interna con el personal de tierra que no siempre va alineada.
También hay que tener en cuenta otra circunstancia. Y es que las tripulaciones son cada vez más interculturales y eso provoca un choque de valores y creencias durante la actividad y ante conflictos de tarea que podrían derivar en situaciones cronificadas.
Al contrario que las empresas convencionales, se debe vivir en el mismo entorno las 24 horas, afrontando:
- Turnos y horas precarias de sueño,
- Posibles averías y contratiempos,
- Una alimentación no siempre adecuada a las necesidades psico-afectivas (la figura del cocinero es sumamente importante como preventivo en la salud emocional)
- Un derecho a la privacidad algo cuestionable dadas las características físicas de la embarcación.
Todo ello redunda en situaciones que pueden llegar a generar actitudes desadaptativas o problemas de adicción a causa de contención emocional.
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Un reflexión sobre los retos tecnológicos e industriales, pero también sobre «el desarrollo de habilidades, la automatización de procesos humanos intensivos o la disponibilidad de talento a nivel local» que van a ser clave para las empresas del sector marítimo.